La empresa con futuro es sostenible y diversa o no será

De nada sirve teorizar sobre competencias, liderazgo, preparación, felicidad en el trabajo… si lo utilizamos para seguir en un paradigma empresarial insostenible, que nos está llevando al colapso de recursos; a su vez causado por un paradigma financiero que, aunque en un principio pudiera ser motor de crecimiento, en estos momentos se ha convertido en un cáncer para la sociedad y el planeta; paradigmas que necesitamos actualizar urgentemente, adhiriéndonos a la agenda 2030, no solo por las oportunidades de nuevos mercados que conllevan, sino por pura supervivencia colectiva.

El paradigma de que toda empresa que no crece, muere, marcado por las escuelas de negocio y, sobre todo, la bolsa, se enfrenta a la realidad en la naturaleza, todo lo que crece sin control, se convierte en un cáncer que termina autodestruyéndose o destruyendo al cuerpo que lo padece, en este caso Gaia o, en términos corrientes, la Tierra vista como un todo por el «efecto mariposa» de nuestras acciones.

El comunismo colapsó por su ineficiencia y el capitalismo está a punto de hacerlo por todo lo contrario…

¿Cuánto tiempo puede aguantar la tierra consumiendo como consumimos los recursos de 1,75 planetas al año? ¿con países como Estados Unidos y China consumiendo los recursos de más de 10 planetas al año (España, 2,7) y haciendo de la tierra un estercolero con todo el desperdicio e inequidad que consumidores y organizaciones que dependen de un consumo compulsivo y low-costista generamos?

Si ya dicen que como sigamos así para el 2050 (si llegamos) va a haber más plástico que peces en el mar.

Eso sin contar el cambio climático que se nos está viniendo encima, muy bien ayudado por nuestras propias acciones cada vez que usamos cosas de usar y tirar (en vez de repararlo o reciclarlo), compramos una ganga (que si es ganga es porque se ha fabricado en un país sin apenas derechos laborales o controles en su impacto medioambiental) o consumimos marcas que SABEMOS están defraudando y utilizando nuestro dinero para especular con él o producir en algún paraíso fiscal, en vez de invertirlo en seguir dinamizando y mejorando el mercado del país que lo posibilita.

… cuando tenemos la tecnología y los medios para hacer una transición a una sociedad sostenible en tiempo record, si fuéramos conscientes y lo aplicáramos en nuestro día a día. Nos falta ACTITUD para reconocer nuestras carencias, identificar nuestras fortalezas y desarrollar habilidades que faciliten nuestra interacción con la diferencia, ver dónde podemos complementarnos y hacer dicha transición, que necesariamente ha de ser colaborativa, puesto que es lo diferente quien nos puede indicar o en donde podemos encontrar mejoras, innovación y soluciones 360º.

El modo que traemos por defecto, heredado de los tiempos en los que la base de nuestra «supervivencia» era la ley del más fuerte, es la de defensa-ataque con el objetivo ganar yo y los míos. Hemos pasado y estamos pasando de la lucha con armas a la lucha dialéctica.

Yo argumento – tú contraargumentas …. y así indefinidamente vamos de un lado a otro, penduleando, probando argumentos y contraargumentos…

Incluso ¿en cuántas ocasiones queremos tener razón aún a sabiendas de que los dos estamos diciendo prácticamente lo mismo con diferentes palabras?

¿Y en cuántas son casi como monólogos cruzados?

Es decir, necesitamos seguir evolucionado; nos urge mejorar nuestra escucha y aprender, antes de rebatir, a PREGUNTAR por aquello que nos rechine, sorprenda o irrite y ser nuestro objetivo una solución 360º, es decir, satisfactoria para el 100% de las personas implicadas, incluidos los eslabones más débiles (normalmente fuerza laboral y proveedors).

La calidad de una cadena se mide por su eslabón más débil.

¿Qué tiene que ver esto con la sostenibilidad?

La diversidad es una de las bases de la sostenibilidad. De poco sirve la tecnología y la digitalización si no aprovechamos su capacidad de innovación y mejora colaborativa; si «matamos al mensajero», lo abochornamos, silenciamos… en vez de profundizar en el mensaje cuando alguien dice algo que no nos gusta respecto a consecuencias, otras alternativas de solución, posibles mejoras… Hablamos de la importancia de la diversidad y nos fijamos en la ¿diversidad externa? ¿seamos auténticos pero recuerda, que sea una autenticidad políticamente correcta porque sino puede tener consecuencias? ¿es eso relacionarnos e interactuar con la diversidad?

¿En qué tipo de comportamientos reactivos se traduce en nuestro día a día cuando nos encontramos con la diversidad?

¿¡qué feo!… ¡qué mal huele!… ¡qué mal viste!… Es blanco, es negro, es gitano, es payo… Pero si haces eso… ¿y no has pensado en…? … pero ¿qué dices?… tú calla que siempre encuentras el fallo…?

¿Te suena? a la postre diversidad es todo aquello que es diferente a nuestros gustos, ideas, creencias y, a nivel comportamental, son comportamientos con los que tenemos que «lidiar» en nuestro día a día pero, si pero, como son de un o una compañera de siempre, eso no es diversidad, es otra cosa…

Necesitamos teorizar menos y practicar más.

La diversidad la tenemos en casa, en la empresa, en nuestras amistades que son, en la mayor parte de ocasiones, quienes mejor nos pueden indicar qué y cómo podemos mejorar, valga la redundancia. Ahora bien, para ello necesitamos dos cosas, humildad para pedir y recibir feedback o retroalimentación y personas, equipos, que no nos contesten (o piensen) «no me pagan para eso». Necesitamos equipos que se adelanten, que respondan a una a la hora de encontrar la solución ante un fallo o problema y después en aprender que sucedió para que no vuelva a pasar.

Aquellas empresas que los desarrollen, tienen apuntalada otra de las bases de la sostenibilidad, equipos comprometidos.

Y para poder desarrollarlo (el compromiso) la primera comprometida ha de ser la empresa y, si está en bolsa, los inversores.

Es fácil identificar personas con talento comprometidas, ahora bien la cuestión es que sea un compromiso recíproco; tener la capacidad de atraerlas y retenerlas por fidelización, no porque sea la opción menos mala.

En este aspecto, las empresas Familiares, PYMES y micro-pymes lo tienen relativamente más fácil al depender solo de sí mismas para comprometerse y crear un mercado sostenible a corto, medio y largo plazo.

En cuanto a las grandes empresas, la fórmula más rápida sería potenciando y facilitando el talento femenino en puestos directivos, equilibrándolo con el masculino. No se trata de pasar de 0,5% de directivas y mandos al 100%, se trata de equilibrar dos perspectivas que suelen ser muy complementarias y, unidas, altamente productivas.

Según un artículo publicado en el @elpais_retina, las mujeres sacan mejores «notas» en habilidades de liderazgo y los hombres en competencias técnicas y el gran reto reside en los sesgos y prejuicios que tenemos a la hora de presentarnos a ofertas y ser seleccionadas.

No es cuestión de «green washing», como le llaman ahora al «maquillaje corporativo»; es pura necesidad de supervivencia, si no queremos acabar en un futuro distópico.

Para finalizar os dejo con un vídeo de Vidapropia. Una micro pyme que conocí trabajando, entre febrero y julio, en un proyecto de empleabilidad de la Junta de Castilla y León, dirigido a mujeres en riesgo de exclusión socio-laboral (PEMCYL). Una pasada de proyecto y con unos resultados extraordinarios gracias a la colaboración conjunta de la Junta, la Fundación, unas participantes excepcionales y la confianza específica de la directora de proyecto, Rocío Pérez Guardo (otro día os hablaré de él porque hemos trabajado unas competencias que han dado unos resultados notables).

Vidapropia, artesanía hecha a mano, ha nacido desde la sostenibilidad, como una empresa innovadora en el medio rural. Sandra y Mónica, sus fundadoras recibieron el premio Emprendedoras Castilla y León Rural 2018.

Sandra y Mónica, han creado una una tienda-taller-aula de complementos de moda originales y únicos, producidos de manera responsable en este enclave de la Montaña Palentina. Los artículos estrella son sus mochilas y pajaritas. Todo está realizado con mucho mimo en dicho taller utilizando, como material principal, el vaquero reciclado que consiguen a través de una campaña local de recogida. Además el espacio se usa para formación de temas muy diferentes en su «Aula Creativa Rural», como lo han bautizado, y participan en todo lo que pueden de movimiento asociativo de la zona.

Os animo a conocerlas, visitar Guardo, capital de las cuencas mineras, y la montaña palentina, que es una maravilla, con parajes y paisajes excepcionales y, si no podéis de momento, visitar su tienda electrónica.

Os dejo con Mónica, cofundadora de Vida Propia, quien explica los beneficios de la sostenibilidad en nuestro día a día y cómo podemos adherirnos a ella.

Por favor, apliquemos la diversidad y la sostenibilidad en nuestro día a día y ayudemos a difundir la importancia de hacerlo así. Gracias.


Fuente imagen: EOI

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