Es interesante la importancia que el aprendizaje está cobrando, al igual que el foco que se está poniendo en su dificultad, porque hemos primero de «desaprender» para poder volver a aprender adecuadamente.
Más que «desaprender» (el prefijo «des» denota negación o inversión del significado del vocablo simple; en este caso, des-aprender, tendría la connotación de «olvidar«), utilizaría «reaprender» pero, en cualquier caso, de una forma u otra es aprendizaje.
¿De verdad es tan difícil aprender a «aprender»?
Como todo irá en función de nuestra base educativa. Cuanto antes enseñemos a aprender y a pensar, más fácil será su desarrollo.
La dificultad del aprendizaje radica en que no estamos hablando de conceptos a leer y memorizar. Aprendizaje implica experiencia y la experiencia, toma de conciencia de lo que sirve o no sirve.
Y cuando hablamos de desarrollo/aprendizaje de competencias transversales, tal y como son la colaboración, la gestión del error y la orientación a soluciones o la orientación a la mejora e innovación, que conllevan comportamientos poco «apreciados» hasta la fecha, como pueden ser el sentido crítico, el cuestionamiento de lo establecido, el feedback constructivo o la colaboración (vs competitividad); hablamos de competencias de las que tenemos pocos referentes y que implican práctica diaria hasta que las integramos en nuestros comportamientos y de una comunicación «horizontal», que las potencie (vs. la comunicación jerarquizada que ha imperado).
Un desarrollo de competencias que para que sea «Aprendizaje«, hemos de llevar a cabo un proceso de análisis interno y externo, que tiene que ver con entender y comprender las situaciones y qué haremos la próxima vez para facilitar, mejorar …
Cuanto más consciente sea el proceso, más facilitamos el aprendizaje.
Como he comentado en numerosas ocasiones, el mayor reto de empresas, profesionales de Recursos Humanos y Alta Dirección ante el talento y el aprendizaje, es iniciar la vía dando ejemplo, siendo coherentes con las competencias que pedimos y facilitando una cultura de aprendizaje, adquiriendo e integrando técnicas de liderazgo que lo favorezca, de forma que «caiga en cascada».
Lo contrario, pretender que culturas organizativas cambien sin ese cambio en su cúpula, es cómo intentar llenar una «fuente de cava» desde las copas de abajo.
El aprendizaje es más fácil cuando creamos entornos que lo facilitan, sistematizando metodologías desde sus líderes.
En este sentido, creo que una de los métodos más eficaces para crear entornos de aprendizaje es el liderazgo situacional de Hersey y Blanchard. Aunque considero que en algunos aspectos habrían de actualizarlo, ayuda a comprender los estados emocionales por los que pasamos en nuestro desarrollo profesional ante una nueva actividad (y por tanto aprendizaje) y cómo actuar para canalizarlos positivamente, de forma que tanto a nivel técnico, como a nivel relacional seamos profesionales cada vez más competentes; lo cual permite:
- poder actuar desde que un becario entra en una empresa, de forma que cuando llegue a … sea capaz de «replicar» y expandir modelos óptimos de aprendizaje
- y poder saber cómo actuar con diferentes tipos de «niveles de madurez profesional«.
En este caso, siguiendo con el Liderazgo Situacional:
- (Nivel de Madurez profesional) – NM1: ¿qué necesité o hubiera necesitado para tener una mejor experiencia como colaborador y sentir que aprendía a nivel profesional? ¿instrucciones claras? ¿visión global de mi puesto y a qué afectaba? ¿presentación de …?
- NM2: ¿Cuál ha sido mi etapa «Murphy»? ¿qué necesité o hubiera necesitado? ¿quién me hubiera podido enseñar o explicar … para que tuviera previsto ese tipo de variables/situaciones …?
- NM3: ¿Qué he aprendido? ¿qué volvería a repetir? ¿qué he modificado/modificaría? ¿que he introducido/introduciría? ¿qué estoy dejando atrás o qué comportamientos eliminaría porque son perjudiciales para mí y para mi entorno?
- NM4: ¿Qué necesito para pasar a nuevos niveles de madurez profesional? ¿de mis superiores? ¿de mis pares? ¿de mis colaboradores?
En conclusión, un proceso de aprendizaje (de competencias transversales) es diferente a «memorizar». Es un proceso que conlleva una toma de conciencia de cómo nos afecta cierto tipo de comportamientos en negativo y en positivo, una práctica consciente del tipo de comportamientos con los que queremos sustituirlos, hasta que nos sale de forma natural o inconsciente o, lo que es lo mismo, pasamos de ser «inconscientemente incompetentes a «inconscientemente competentes»:
¿Fácil? ¿Difícil? … en función de nuestras competencias básicas, a mayor desarrollo de nuestra autoestima, asertividad y empatía, mayor facilidad y habilidad de aprendizaje. La «agilidad», tal y como yo lo entiendo y comentaba en ¿Gestión de la Agilidad de Aprendizaje Vs Gestión por Competencias (y valores)?, vendrá determinada, por nuestro propio perfil y preferencias de aprendizaje.
—-
Aprovecho para agradecer a las aportaciones de Miquel Nadal (cofundador del grupo Business Productivity Leadership) y a las preguntas que me hicieron en el grupo Factor Humano al artículo ¿Gestión de la Agilidad de Aprendizaje Vs Gestión por Competencias (y valores)?, que han sido quienes me han llevado a escribir este artículo. Espero que os sea de utilidad y si tenéis más preguntas, encantada de aportaros mi respuesta. ¡Gracias!
—-
Crédito Imágenes:
- Imagen 1: Fuente En Positivo, vía Google
- Imagen 2: Fuente Captainaid.com, vía Google
- Imagen 3: Algoritmo Mental
9 thoughts on “¿De verdad es tan difícil aprender?”
Comments are closed.
Gracias por cada palabra del artículo Mercedes. He disfrutado como un niño cada frase.
No podría estar más de acuerdo en lo del término de desaprender, ya que da una noción de olvidar lo aprendido y re-aprender en volver a empezar a aprender. Aún así, la noción más importante que haces es cuando dices que de una forma u otra es aprendizaje. Desaprender no sólo se lleva la connotación de olvidar, sino que se debe olvidar lo que no te aporta nada pero aprendiendo de los errores, que es un valor importante de aprendizaje!
A re-aprender le daría el matiz de qué no se debe aprender otra vez lo mismo, sino a realizar cambio y por tanto hacer cosas diferentes para aprender de una forma más eficiente.
Por otra parte agradecerte por lo de liderazgo situacional que no lo conocía y aparte de los dos artículos que le dedicas leeré más sobre este asunto ya que me va muy bien para mi trabajo de fin máster que realizo con mi equipo.
Un fuerte abrazo!
Buenos días Mario, muchas gracias a ti por tu apreciación y por tu aportación!
Un placer que te sea útil!
Otro de vuelta para ti y buen inicio de semana :)
Mercedes, contigo es un continuo adquirir conocimientos, el aprendizaje lo obtengo cuando pongo en práctica esos conocimientos y mido resultados. Gracias por seguir compartiendo con nosotros.
Muchísimas gracias Marta!! y sí, así es, el aprendizaje es cuando pones en practica concimientos, mides resultados y, añadiría, sabes qué has de hacer para modificar dichos resultados.
Gracias a ti!! Sin ti y sin vosotros el blog carecería de sentido :)
¡Felices vacaciones!
¡Enhorabuena por la publicación y gracias por la mención! ¡Un abrazo!
Miquel muchas gracias y gracias por haber creado un grupo tan dinámico e interesante como Business Productivity Leadership!!
¡Felices vacaciones!! :)
Excelente tu post Mercedes, me ha encantado. Sólo quería hacerte una salvedad, para mí no se trata de desaprender o reaprender nuevas cosas. Lo que hay que hacer es diversificar las formas en la que adquirimos nuevos conocimientos, aprender desde otras perspectivas. Nuestro cerebro está preparado para ello, sólo tenemos que entrenarlo. Cómo decía Rob Gilbert:»Primero formamos los hábitos, luego ellos nos forman»
Muchas gracias Ángela y gracias por tu aportación y 100% de acuerdo con ella!! Ampliar y diversificar nuestras perspectivas es clave para ello.
Y muy buena la cita!! + Gracias!!
Saludos y buen fin de semana :)