Uso de la Inteligencia Emocional en innovación social

En mi entrada anterior comentaba la importancia de la Inteligencia Emocional para un cambio de paradigma social y económico. Hoy deseo exponer un ejemplo práctico de la diferencia que puede suponer afrontar una situación que ha llegado al final de su ciclo y necesita cambiar su paradigma, por el conflicto que conlleva o puede conllevar, desde la Inteligencia Emocional.

Los puntos más relevantes cuando nos enfrentamos a la necesidad de un cambio de paradigma y hemos de buscar soluciones, negociar y/o mediar con «inteligencia emocional» son:

1º La perspectiva y actitud con la que lo afrontamos:

  • Desde una perspectiva, que yo denomino «reptiliana» o de inmadurez emocional, se va a la guerra y, por lo tanto, con actitud y tácticas de ofensa o defensa para vencer al «enemigo» e imponer nuestra «solución».
  • Desde la perspectiva de la madurez emocional, se va a encontrar soluciones ante una situación que necesita renovarse, por lo tanto, abiertos a cualquier sugerencia que nos ayude a su consecución. Somos aliados con una misma meta, ganar todos, por lo que toda idea que lleve a ese fin es bienvenida.

2º Derivado de ésta, objetivos y foco:

  • Perspectiva reptiliana: Objetivo, no fracasar – el foco se pone en sacar adelante «mi» idea, lo que lleva a considerar como una «pérdida» o «ganancia» cualquier cesión o imposición que lleven a cabo cualquiera de las partes.
  • Perspectiva emocional: Objetivo, éxito – el foco se pone en encontrar la mejor solución para todos, 360º, sostenible en el tiempo y beneficiosa para el conjunto de la sociedad.

Cierre:

  • Perspectiva reptiliana: Saldrán vencedores, vencidos y «daños colaterales», lo que dejará en estos últimos la sensación de frustración y la semilla de la venganza y revancha y en los primeros, la necesidad de «defender» los acuerdos impuestos.
  • Perspectiva emocional: Saldrán todos ganadores. La «paz» se basa en la conciliación de intereses y el sentimiento de ganancia y éxito para todos.

Tomemos como ejemplo el actual conflicto de la minería.

Somera descripción de la situación: En estos momentos ésta es de enfrentamiento entre los profesionales de la minería (mineros y empresarios del sector, apoyados por gran parte de la oposición y la población) y el gobierno:

La mayor parte de las minas españolas son deficitarias y su sostenibilidad se basa en unas subvenciones que se han utilizado para mantener «viva» una industria insostenible, además de enriquecer a unos pocos. Industria, por otra parte, que aporta muy poco valor añadido a la sociedad, apenas genera prosperidad, y «anti-ecológica» por el impacto que tiene ambiental, en el entorno inmediato (sobre todo si son minas a cielo abierto) y en sí como fuente energética, por las emisiones en CO2 que emite su combustión.

El gobierno (y los españoles) carecemos de dinero para seguir subvencionando una industria deficitaria.

El gobierno, además atado de piés y manos por Bruselas, tiene «órdenes» de no hacerlo (aquí no me meto con el tema de porqué una industria no -la minería- y su discriminación respecto a otra –sector bancario, mucho más deficitario que el sector minero, mucho más tóxico y perjudicial para la sociedad, tal y como está planteado actualmente, y con una mayor necesidad de reinvención y actualización– como tampoco me meto con el hecho de qué han hecho dichos empresarios con todo el dinero que les hemos dado hasta la fecha y porqué mineros y sindicatos no han dicho nada hasta ahora).

Tal y como se está planteando actualmente, no hay negociación posible. Es un conflicto de intereses, aparentemente, contrapuestos. Aunque a priori sea el gobierno quien lleve todas las de «malganar» por «tener la sartén por el mango» o, lo que es lo mismo, por tener el poder para imponer su idea -y la de Bruselas-, todas las partes vamos a perder por no actuar con inteligencia emocional:

  • Los profesionales del sector (empresarios y mineros): subvenciones.
  • Las regiones mineras: empresas y puestos de trabajo, pobreza, tensiones, desesperanza …
  • Gobierno: credibilidad, imagen, reputación … votos (el coste electoral que tendrán todos los enfrentamientos que está «sacando» el PP por anteponer «su idea» de solución, a una solución real y consensuada).
  • Sindicatos y partidos de la oposición: memoria y huella que ha dejado su malhacer y la corrupción que propiciaron con el desvio de dichos fondos hacia usos «ilegítimos» y manos privadas.
  • España: incremento del paro, de la pobreza, de las desigualdades sociales, clima, tensiones, el hecho de poner en jaque nuestro futuro económico.
  • ….

¿Cómo sería afrontar la situación de forma emocionalmente inteligente? El planteamiento sería diametralmente diferente. El objetivo sería encontrar una solución que tuviera en cuenta:

  1. El trabajo y el empleo.
  2. La renovación y sostenibilidad de la industria y la prosperidad futura de las regiones.
  3. Una hoja de ruta para estar preparados para «volar» cuando se dejen de percibir subvenciones (con el plazo que nos ha dado Bruselas).
  4. Impactos en valor añadido 360º, reales y globales.

¿Cómo? Un ejemplo de alternativa de solución podría ser el grafeno. Actualmente se está estudiando y trabajando sobre este material que viene del carbón y que, según parece, va a revolucionar la tecnología y del que ya hay varias empresas españolas que son punta de lanza en su investigación y fabricación:

«Este versátil material permitirá fabricar desde dispositivos electrónicos con pantallas flexibles y transparentes y baterías ultrarrápidas, a potentes paneles solares, sin olvidar aplicaciones en aeronáutica, medicina y otros sectores que se investigan en la actualidad. Además, supone una base excelente para crear nuevos materiales a medida, en función de las necesidades específicas. Es decir, algo así como materiales a la carta.»

Fuente: El mundo

Teniendo en cuenta que el grafeno viene del carbón y que carbón tenemos ¿alguien ha oído que se haya planteado una solución del tipo?:

1. Estudio para pasar de ser productores (deficitarios) de carbón, a proveedores de grafeno: Análisis de necesidades y recursos para llevar a cabo este trasvase.

2. Hoja de ruta para que sea una industria eficiente y rentable en el tiempo que nos ha impuesto Bruselas para que se cierren las minas y las empresas deficitarias (tal y como están actualmente).

3. Plan de amortización y devolución de las subvenciones/inversiones que se han realizado (para poder invertirlas en otros sectores).

Seguramente las subvenciones que damos, sobre todo a sectores e industrias, se utilizarían mucho mejor si se supervisara su buen uso y supiéramos que hemos de devolverlas. Eso sí, con periodos de carencia que aseguren que cuando se hayan de devolver, dichos sectores e industrias se encuentren en pleno rendimiento y no suponga para ellos una desinversión.

Beneficios derivados de tal plan:

  • Sostenibilidad
  • Incremento en la calidad de vida y de proyección de futuro de las actuales regiones mineras, pasando a ser zonas industriales con verdadero valor añadido para sí y para el conjunto de la sociedad.
  • Clima y paz social
  • Recuperación de nuestra credibilidad como nación (además de la recuperación de la credibilidad de los «actores» que intervinieran en el consenso de tales soluciones)

¿Es esta la solución? Lo ignoro, lo que sí sé es que el acercamiento a una situación desde la madurez emocional hace que centremos el foco en encontrar soluciones y cuando vamos con esta actitud, éstas se encuentran, ya sea de la forma que pensábamos era la mejor o con otras ideas que pueden venir del entorno (crowdsourcing) y que mejoran la nuestra. Se llega a los acuerdos por convicción y los «peros» se toman como áreas de mejora en las que se necesita seguir profundizando para llegar a soluciones 360º.

En resumen, el sistema actual es insostenible, por lo que el cambio se va a dar, sí o sí. Actualmente nos encontramos en el punto en el que podemos hacer que sea un cambio pendular (de actores pero no de sistema) o de paradigma (de sistema). El desarrollo de nuestra Inteligencia Emocional facilita la apertura al cambio de paradigma y la innovación social, a la cual estamos sujetos por evolución, sea global o, como es el caso del ejemplo, local en forma de reconversión industrial. Asimismo, la Inteligencia Emocional aplicada a la innovación nos permite seguir avanzando, adelantándonos a probables «competidores» que ya están surgiendo y plantear estrategias conjuntas de colaboración o complementariedad (en vez de rivalidad, mucho más costosas) o prever los diferentes ciclos de vida por los que todo paradigma atraviesa, buscando conocer desde el inicio en qué fase evolutiva nos encontramos para integrar los futuros cambios (de paradigma) a los que nos llevaran los actuales cuando agoten su ciclo de vida.

Como conclusión: ¿quéremos ir hacia una sociedad real del bienestar? Lo tenemos fácil, maduremos emocionalmente.

———

Créditos: Deseo agradecer a dos amigos, Javier Fernández Piñeiro (@javifpineiro) y José Sánchez (@jivagos) por su responsabilidad directa en esta entrada. Javier porque fue el primero a quien escucché hablar sobre las excelencias y posibilidades del grafeno y a José, por animarme a «concretar» mi entrada anterior con un ejemplo práctico. Agradezco a ambos su influencia y aportaciones para que esta entrada haya sido posible.


80 thoughts on “Uso de la Inteligencia Emocional en innovación social”

  1. El entusiasmo respecto del concepto de la inteligencia emocional (CE) comienza a partir de sus consecuencias para la crianza y educación de los hijos, pero se extiende al lugar de trabajo y prácticamente a todas las relaciones y encuentros humanos. Los estudios muestran que las mismas capacidades de CE que dan como resultado que un niño sea considerado como un estudiante entusiasta por su maestra o sea apreciado por sus amigos en el patio de recreo, también lo ayudarán dentro de veinte años en su trabajo o matrimonio.

  2. gold account dice:

    La inteligencia emocional puede ayudar a transformar a las organizaciones actuales mediante la profundización en la parte más importante del nuevo paradigma empresarial: la persona , y de esa forma ir generando una nueva cultura, una nueva idea de responsabilidad social corporativa interna que ahonde en el derecho a las persona a estar bien dirigidos. Cultura y Ética que junto con las nuevas orientaciones en la gestión organizacional que ven a los trabajadores como personas y no como medios de producción permitirá, como decía antes, la transformación de la empresa, su cambio.

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