En España tenemos un claro problema de productividad y, bajo mi perspectiva, tiene relación directa con el tipo de técnicas de liderazgo tan obsoletas que practicamos mayoritariamente. Si queremos mejorar en productividad, el primer paso es actualizarnos, dejar de ser «jefes» y ponernos al día en liderazgo.
El líderazgo 3.0 es metodológico, fija pautas que permiten delegar en función de la experiencia de nuestros colaboradores y nos ayuda a comprender los factores que influyen en nuestra pericia; factores (técnico o aptitudinal y emocional o actitudinal – otro día hablaremos de ellos) que se retroalimentan e influyen de forma directa en la optimización de tiempos a la hora de realizar un trabajo y en su calidad, es decir, en la productividad del colaborador, del equipo y de la empresa (seamos gran empresa, pyme, micropyme o autónomos con colaboradores).
El liderazgo 3.0 se convierte así en un proceso de delegación ajustado al desarrollo profesional del colaborador. Un líder no es tal líder si es él quien se carga de trabajo, ha de controlar contínuamente el proceso o su productividad -y la de su equipo- depende del recorte que sepa o pueda hacer en los gastos ¿qué pasa en el momento en el que no pueda seguir recortando? ¿se estanca la productividad? ¿y qué pasa con la calidad?
Ejemplo de comportamientos de líder y liderazgo 3.0:
Una persona que comienza a trabajar, un junior, necesita unas pautas claras y concretas de cómo realizar el trabajo. Frente al jefe que explicará el qué y si es bueno el cómo (los jefes tóxicos, simplemente le enseñarán el puesto de trabajo y ahí se las arregle), el líder invertirá tiempo para que tenga una visión conjunta y explicará el porqué y el para qué, cómo se enmarca dentro de la función, la empresa u organización … consecuencias de hacerlo mal o bien, parámetros a prestar atención …
El jefe «impone» unos límites por temor a posibles desastres si se sobrepasa. El líder los explica y enseña cómo actuar para irlos expandiendo en función de la pericia que vaya adquiriendo el colaborador, de forma que llegado un punto, éste no sólo trabaje autónomamente, sino que pueda aportar mejoras a la tarea y, más adelante, a la función que desempeñe.
Es por todo ello que difícilmente podremos mejorar e incrementar nuestra productividad sólo por recortes sin poner en riesgo la calidad de nuestro producto o servicio y, por tanto, el «valor de compra«. Hemos de incorporar técnicas -liderazgo 3.0- que nos posibiliten un incremento efectivo de la misma -productividad- vía mejoras reales: por menores roturas/devoluciones …, por menos fallos, por previsión de los mismos, menos quejas, mejor utilización de los recursos de la empresa, etc., en resumen, por mayor eficacia y eficiencia laboral y esto sólo podemos llevarlo a cabo con nuestros colaboradores.
——-
Entradas relacionadas:
- Valor añadido y valor de compra
- El liderazgo en la empresa 3.0
- Liderazgo en la empresa 3.0: del cargo a la función
- Desarrollo profesional y liderazgo
6 thoughts on “Liderazgo 3.0: delegación y productividad”
Comments are closed.
Hola Mercedes!
Estoy de acuerdo en ese nuevo liderazgo necesario. España, y el mundo, requiere de un nuevo nivel de conciencia que haga que las personas veamos en el bien común y en la sostenibilidad de la vida, la razón de ser. En mi opinión, ese Liderazgo 3.0 se basa en nueve puntos clave que resumo en mi artículo «9 claves del Liderazgo 3.0». http://www.kanvio.com/blog/las-9-claves-del-liderazgo-3-0/
¿Corresponden al perfil que defines?
Un abrazo!
Liberto.
Hola Liberto, buenos dias, encantada de leerte por aquí y gracias por dejar tu comentario.
Totalmente, aunque en este caso, estoy hablando en concreto del proceso de delegación y desarrollo de colaboradores. El líder 3.0 se adecuará a sus necesidades.
Un abrazo y buen dia,
Mercedes