Hoy en día nos encontramos con mucha teoría sobre competencias y muy pocos ejemplos de cómo se traducen en prácticas y comportamientos. Así, los libros blancos de las universidades nos muestran un listado de las mismas por roles, desconectadas de la realidad personal de quien ha de desarrollarlas y obviando que, aunque las situaciones externas cambian en función del momento, la persona que las vive es la misma.
Por todo ello, es más necesario que nunca, trabajar, acercar y traducir dicha teoría a prácticas y comportamientos, que nos permitan iniciarnos en las competencias desde pequeños de forma que, cuando terminemos nuestra educación, estemos preparados para afrontar y superar situaciones.
Universidad y empresa necesitan retroalimentarse de forma dinámica para adelantarse y ser agentes activos de cambio; entendiendo que vivimos en evolución constante y acelerada por la tecnología actual. Lo que ayer servía y pudo ser revolucionario, hoy se convierte en freno cuando el paradigma se desconecta de la realidad vivida por gran parte de la sociedad.
Necesitamos soluciones y la solución se encuentra en nosotros. Haciendo preguntas, hallando respuestas y traduciendo teorías en prácticas comportamentales diarias.
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Fuente imagen: L de Liderazgo vía Google