Las redes sociales (RRSS) están revolucionando las relaciones y la comunicación, con la transformación que ello conlleva, para el conjunto de la sociedad y la manera de hacer negocios, posicionarnos y llegar a nuestro público objetivo. No significa que el mercado tradicional desaparezca, sino que amplía y complementa sus posibilidades:
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En una primera fase:
su visibilización y posicionamiento en función de nuevos parámetros, transparencia y meritocracia, principalmente.
su accesibilidad a nuevos mercados en función de idioma, intereses y filias.
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En una segunda fase:
mejora, innovación y desarrollo de productos y servicios a coste cero o asequible.
Asimismo demanda una trasformación en nuestro pensamiento, en nuestra manera de trabajar y en nuestras competencias:
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El pensamiento en red y la inteligencia colectiva: Entrar en las redes implica el fin del individualismo y la opacidad de la información y tener en cuenta que:
Para poder aprovechar mejor todo su potencial y crear sinergias de crecimiento, posicionamiento y conocimiento, es necesario compartir.
Por muy inteligente que sea un individuo, su amplitud de perspectivas es limitada, lo mismo que su capacidad de trabajo, de ahí que el trabajo colaborativo facilite una inteligencia colectiva mucho más eficaz y eficiente a la hora de llegar a mejoras y soluciones (Ej. Wikipedia).
Para mejorar es necesario ser transparente en las equivocaciones y/o áreas de mejora.
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El trabajo colaborativo: Las mejoras vienen dadas cuando, en el proceso, contamos con diferentes perspectivas. A mayor diversidad de perspectivas, mayores posibilidades de llegar a soluciones que satisfagan a una gran mayoría.
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Competencias: Para entrar en las redes hemos de contar con unas competencias técnicas básicas como son la ortografía y la mecanografía, por las razones obvias, pero, y ante todo, precisa desarrollar otras como son la tenacidad, la autonomía y proactividad, la curiosidad (hacer preguntas) y la generosidad (compartir conocimiento y responderlas):
Tenacidad, perseverancia: En las RRSS es poco probable que te vengan a buscar, para que eso suceda, tienen que saber que estás y que estás regularmente.
Autonomía y proactividad: La tecnología cambia a un ritmo vertiginoso y hemos de ser proactivos a la hora de mantenernos actualizados e informados.
- Curiosidad y generosidad: Quien tiene mayores posibilidades de aprovechar su red, es aquella persona que cuenta con los demás para seguir aprendiendo, compartiendo información y experiencias y ayudando quienes quieren aprender. Retroalimentación continua, que podríamos llamar.
Por todo ello, la importancia de una buena iniciación en ellas:
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Planteando una buena estrategia que nos permita diseñar nuestra operativa diaria, en función de los objetivos a conseguir.
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Comprendiendo la importancia de potenciar – y potenciando – las competencias básicas necesarias para entrar con buen pié en ellas.
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Creciendo en función del propio desarrollo del pensamiento en red y de las competencias más adecuadas para crear una comunidad virtual de calidad (y, de paso, cometiendo errores – y aprendiendo de ellos- cuando menos daño hacen!).
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Fuente de la imagen: Elisenda
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