Hace unos días, un twittero @Daniel_TS__, me comentó que le gustaba mucho el coaching y que estaba pensando dedicarse a ello profesionalmente. Me pidió si le podía hacer alguna recomendación.
Difícil cuestión por mis comienzos, pero vamos a ello:
Comencé en el coaching a finales de 1997, principios del 98, cuando en España apenas había libros traducidos y, mucho menos, ningún tipo de formación al respecto. Mis primeras directrices y formación me las dió una gran profesional, Eloisa Olmos, de Ixem. Directrices y formación que han sido la base de mi carrera y, he de confesar, que nunca superadas por las lecturas y formación realizada con posterioridad. Considero que ha sido un buen camino pero, reconozco que, si fuera en estos momentos y con todo lo que se ha desarrollado el coaching, a alguien que comienza le recomendaría:
- Realizar sesiones de coaching con diferentes coaches para contrastar estilos y metodologías y seguir un proceso de coaching con uno de ellos. Objetivos:
- Identificar qué escuela y tendencia de coaching es la que mejor se adapta a su estilo.
- Antes de ayudar a nadie a comprender sus propios patrones comportamentales y de actuación hemos de ser conscientes de los propios, además de nuestras proyecciones. Todos proyectamos nuestras experiencias en nuestra relación con los demás. Es algo intrínseco al ser humano. Comprender y ser consciente de este hecho es básico para ser un buen coach.
- Seguir una buena formación. Finalidad:
- Adquirir técnicas y metodología probadas y comprobadas.
- Facilitar el acceso a información y bibliografía de calidad entre el maremagnum de información y lecturas que hay, actualmente, sobre coaching.
- Bajo mi punto de vista el coaching no debería ser una primera «profesión». Al coaching se debería llegar como evolución profesional y personal y con un mínimo de experiencia en otros campos, por los siguientes motivos:
- Cuanto más amplio sea tu abanico de experiencias, mejor coach podrás ser, te permitirá trabajar con un mayor rango de preguntas y, por tanto, de probabilidades de éxito a la hora de ayudar a tus coachees.
- Madurez personal y correcto uso del juicio: A más vivencias transformadas en experiencias, mayor capacidad de empatía y comprensión («insight») de los perjuicios y beneficios que ciertas acciones y comportamientos conllevan para tus coachees.
- A nivel competencial, considero que las dos cualidades básicas que ha de desarrollar un coach para llegar a ser bueno son:
- Capacidad de generar cofianza, bajo mi perspectiva, basada en tres elementos: buena conexión, discreción en el trato de la información y experiencia del coach.
- En coaching ejecutivo: Capacidad de traducción a terminología de RRHH los aspectos tratados en los procesos, para poder informar sobre cómo ha ido la inversión en su «capital humano», manteniendo la confidencialidad de las sesiones.
- Y, por último, pero no menos importante, los 4 puntos básicos con los que me abrío Eloisa al coaching:
Ten siempre presente el objetivo: cuál es la finalidad del proceso.
Apóyate siempre en tu propio proceso de aprendizaje: pensar en los beneficios a conseguir, nos permite superar las dificultades.
Ganar siempre es ganar: Saber ganar en lo pequeño es garantizarte el ganar en lo mayor.
El coachee sí sabe lo que necesita. Sólo precisa que le hagan las preguntas adecuadas, es decir, aquellas que le lleven a reflexionar sobre ello.
Si tienes alguna recomendación más, adelante, te lo agradeceremos.
7 thoughts on “Recomendaciones de introducción al #Coaching”
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Y sirva esta entrada de reconocimiento y agradecimiento a esta gran profesional, Gracias Eloisa. Que sepas que has sido uno de mis referentes :)